viernes, 20 de abril de 2007

Y mirar para atrás y estar yéndose. Mirar hacia los costados y no reconocer nada. La vida parece estancada en un mismo momento, las personas del pasado, el presente y el futuro, se funden en un solo momento, único, triste, sin sentido.
Es el mismo lugar, el mismo aire, el mismo sentimiento, otra persona que se va sin dejar rastro. Otra huella que borra el mar, que tapa el polvo. Podría ser ayer, esta tarde, mañana, el sentimiento es el mismo. Despedidas sin tristeza, planes interrumpidos, conversaciones con uno misma, trazar de nuevos planes antes que terminen los anteriores. La nada, invadiendolo todo.
Inmensa melancolía en el ambiente, que se condensa en gruesas gotas que corren por dentro sin significar ya nada. Solo torrentes de las cosas que se quedan a medias, la mediocridad, la gran mediocridad erosionando cada intento de seguir adelante.
Podría ser hoy, mañana, el sol oculto o la luna en lo alto del cielo, el momento para mi es el mismo. El espacio no significa ya nada. Ni las personas, ni las palabras, es ese sentimiento, la vacuidad, la soledad mas pura. La perdida de lo que no tenias, la náusea. La náusea invandiendolo todo.
Podría estar aquí y jaber estado ya auí mucho tiempo atrás. Una vez escribí un cuento sobre un hombre que esperaba en una mesa de sauce que llegara la mujer que amaba. En ese mismo momento y lugar, pero 50 años antes, una mujer esperaba ante la misma mesa haciendo figuras con un lápiz, esperaba al hombre que amaba. Obviamente jamás se encontraban, supuestamente eran tiempos diferentes, no había posibilidad...pero si el tiempo no fuera una continuidad? Si no hubiera pasado, ni presente, ni futuro, mordiendose la cola? Si el tiempo fuera como romper varias membranas a la vez, si fuera como introducir una lanza en una cavidad de varias interfases, los tres tiempos estarian a la vez. No serían los 50 años de diferencia, ni el espacio. Sería el mismo momento para ambos. Un momento de espera por supuesto, un momento susceptible de ser cambiado. Cambiado por mi, el autor del cuento. Susceptible de ser cambiado por alguien mas, entonces la teoria sería que el destino jamas existe realmente, qyue todo momento modifica al otro, en un mismo instante, no como continuidad, sino como un trauma, un accidente...Bahh...teorias tontas, sobre membranas...hace tiempo alguien me sugirió que escribiera al respecto, pero solo me salió ese cuento y era tan malo, tan tan malo, que jamás lo publiqué ni se lo enseñé a nadie.
Ahora me siento como al mujer del cuento, siento que alguien espera por mi y yo espero por él. El tiempo es una continuidad y por mas rapido que vaya jamás lo alcanzo, ni me alcanza. Vivimos separados por un tiempo insondable, arbitrario, inmodificable. Un destino que hace que las personas no se unan por sentimientos, sino por continuidad temporal, geografica, física.
No es el sentimiento lo que hace posible algo. Nadie cree en el sentimiento, ni de espera, ni de pérdida. Todo es mas práctico, amas a quien está al alcance, a quien se ofrece primero, a quien puede darte algo a cambio. La mujer del cuento no se sienta a esperar a que el destino se canse de castigar su vida, toma una decisión, sale del cuento, besa al primero que hay en la barra, define su vida no por sentimiento, sino por oportunidad. No por que quiera, sino porque algo se presenta, algo se ofrece, una trampa del destino, del autor del cuento, la mujer es ahora un personaje con poder de decisión que decide y decide mal. Mal por ella, porque al decidir, decide tambien por otros. Otro que espera, otro que se queda esperando en el tiempo, sin que aprezca nadie. La mujer como de una histórica manzana, que ella misma desconoce como dañina. El cuento se desfigura y el autor desea que mueran todos en una masacre en la que nadie halla a nadie y todos los seres humanos son condenados a habitar en soledad, espearndo personas que no llegan y amando a personas que ya no están.
La soledad lo invade todo, la náusea, la melancolía. El pesar. Es invierno y Abril en Lima, ultimamente todos mis Abril son en una Lima que parece invernal y triste, extrañando a los fantasmas de gente que ya no existe y que por no estar se hacen entrañables y perfectas en la memoria, fantasmas de personas que se pasean en mi pasado, presente y futuro, como una misma imagen de lo que no es, no puede ser, no será nunca.

2 comentarios:

TINTA DEL CORAZON dijo...

DOC,tu talento para escribir sigue intacto

Edem dijo...

Ese es el problema de hoy en dia. Todo lo hacemos con prisas.

Lo que no quiere decir que algunos no sepamos esperar, verdad?. Los locos, los poetas, los escritores... o los que buscan desesperadamente tener "ese" momento.
En el espacio y el tiempo.

Ahora cabria preguntarse si se encontraran los dos algún dia. O que quizás lo importante sea la búsqueda en si, como los antiguos alquimistas.

Que talento tienes, preciosa...

Un saludo de Edem